Vuelvo de mis vacaciones con energía renovada y con muchas
ganas de ponerme a trabajar.
Feliz tras compartir nuevas experiencias con gente
maravillosa y aprender cosas nuevas…
Y sí, “APRENDER-DISFRUTAR-COMPARTIR”
podría haber sido perfectamente mi mantra
de
este verano, puesto que con estos apasionantes verbos podría
resumir todo lo que he hecho
durante el `período estival.
Ha sido durante mi viaje a la India, dónde me he dado cuenta,
aún más si cabe, del gran valor
que tiene nuestra profesión, la de los docentes, y es que como dice mi gran amiga Eva:
“Escribimos en la vida
de las personas…”
A lo que yo añadiría: “…y podemos ayudarles a cambiarla”.
Para explicar esta conclusión, os contaré un entrañable episodio
que ocurrió durante ese
viaje.
Dentro del grupo, había una chica joven de unos treinta y
pico años, alegre, divertida, guapa…
Una chica que irradiaba vida por cada poro de su ser.
Sólo había “algo” que
chirriaba ante la gran luz que desprendía esta joven,
y era su forma de
hablar: ¡Tenía el vocabulario y los tics propios de un adolescente!
A los pocos días de
conocerle, le pregunté a qué se dedicaba y con un “Puff, o una expresión
similar, contestó que “construía submarinos”.
Yo, me quedé atónita : ¿SUBMARINOS?
Aquella chica a la
que yo, erróneamente, había imaginado trabajando tras la barra de un bar
o en una” tienda tipo 24 horas”,…¡Era ingeniera naval y
construía submarinos!
Inmediatamente, me salió “la vena-profe” y le pregunté por
qué me había respondido con
tanta desgana…
¿Es que no le gustaba su profesión?
¿No consideraba importante el valor de su trabajo?
Yo no podía disimular
mi entusiasmo, pues nunca había conocido a nadie que se dedicara a
algo tan apasionante.
Ella me contó que llevaba varios años trabajando en la misma
empresa y que se encontraba
desmotivada…, y que, aunque le gustaba mucho su trabajo, se
sentía poco valorada.
Entonces decidí
contarle un clarificador cuento sobre
dos albañiles que escuché a la
psicóloga Pilar Sordo
“Había una vez dos
albañiles. El primero, un triste albañil que cuando le preguntaban
cuál era su
profesión contestaba diciendo: Me dedico
a poner ladrillos. Sin embargo, había
un segundo albañil al
que siempre se le veía contento y feliz que cuando se le hacía esa misma
pregunta contestaba,
con orgullo, diciendo:¡Construyo catedrales!.”
A partir de ahí, empezamos a profundizar en el tema y llegamos a la
conclusión de que debía
desarrollar su proyecto de Marca Personal y “ a ratitos” empezamos a trabajar en ello… y
en
sólo una semana…
¡Todos vimos cambios asombrosos!
¡Esta chica era otra! No sólo había cambiado su registro al
hablar, sino que además había
mejorado la forma de relacionarse con los demás, reforzado la seguridad en sí
misma y,
también, su creatividad.
…Y me di cuenta que esto es lo que quiero, yo, para mis
alumnos… que sientan pasión por su
trabajo y reconozcan su gran valor:
¡QUIERO QUE CONSTRUYAN
SUBMARINOS!
¡ Sí, CON MAYÚSCULAS!
Esta anécdota que viví en primera persona, me ha hecho
reflexionar sobre mi trabajo y ha
aumentado mi fe en lo que estamos haciendo, en nuestra nueva
forma de enseñar…
De hecho, en primer
lugar, he decidido dar un vuelco a la tradicional
estructura del módulo
de EMPRESA E
INICIATIVA EMPRENDEDORA y añadir un EMPRENDIMIENTO ON LINE.
La razón de este gran
cambio se haya en que me he dado cuenta de la necesidad de que mis
alumnos de Formación Profesional no sólo adquieran las competencias imprescindibles para
el siglo XXI de las
que ya hablamos en el artículo:- Sabes qué es ENTRECOMP? sino
que, además, cuenten
con herramientas y estrategias que les servirán a lo largo
de toda su vida personal y
profesional. Me refiero a:
·
Trabajar
desde la perspectiva del fracaso, como oportunidad, como fuente de mejora.
·
Trabajar
la resilencia y la empatía.
·
Trabajar premiando
la creatividad, el mérito y el esfuerzo.
·
Desarrollar
su propio Entorno Personal de Aprendizaje.
·
Ayudarles
a crear su proyecto de Marca Personal.
·
Trabajo
en equipo, gestión de conflictos y negociación.
·
Introducir
el concepto de “ hiper-aula” (donde los elementos se puedan mover en
función
de las necesidades de cada tipo de actividad).
·
Igualdad
de oportunidades entre hombres y mujeres,
grupos de población.
·
Trabajar
proponiéndoles RETOS.
·
Proporcionarles
todas las herramientas “on line!” y “off line” que necesiten y utilizarlas para
acercarnos a un “modelo de aprendizaje personalizado”.
·
Seguir
utilizando la Realidad Virtual y la Realidad Aumentada como elemento
motivador
en el aula.
EN DEFINITIVA:
ILUSIONAR, MOTIVAR, ENSEÑAR Y
APRENDER UNOS DE OTROS
Y estos son mis propósitos para el
curso 2019/20
.